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miércoles, 1 de julio de 2009

La Guerra Divina (La Primera Derrota) - Sarko Medina Hinojosa


Belial desgarró el cuerpo de Rafael hasta no dejar más que restos de lo que fuera un poderoso arcángel. Satisfecho por su hazaña llegó hasta donde estaba Luzbel y le entregó como ofrenda los despojos.
—Hemos luchado contra diez mil arcángeles y ángeles y hemos vencido y aquí está el cuerpo de su general —le dijo a su supremo comandante mientras el fuego de sus alas se inflamaba de orgullo. Entonces Luzbel atravesó con su tridente los tres corazones de su general.
—¡Basura!, hemos sufrido nuestra primera gran derrota: desde que Dios desapareció, también lo hizo la memoria colectiva del paradero de la Tierra y de la lanza de Longinos, los únicos que lo saben son Gabriel, Miguel y Rafael, ahora él único que entró en batalla está muerto y con él la tercera parte de la ubicación. —Para compensar su ánimo hizo diluir en ácido de belladona a los tres mil Ungarats sobrevivientes de la batalla contra las huestes del malogrado arcángel.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Conjuro inútil - Sarko Medina Hinojosa


Cuando liberó la espada Sangetsu Onahisa Nakatori, el samurai Hanzoku Tenze del Clan Nokugahua Mashino no Karetsu, pudo ver el futuro de su nación: los orgullosos japoneses ya no eran altivos ni combativos, sino masas de carne que se movían como espíritus Kotetsu en medio de un bosque de piedra y espejos brillantes y muchos estaban metidos en carrozas mortuorias como si fueran cadáveres frescos vivientes, otros actuaban como Kontos, moviéndose al ritmo de flautas mágicas que sonaban solo en su oídos y nadie, absolutamente nadie, respetaba códigos samurai o ninja siquiera… supo que era su culpa ese destino, al liberar la Katana del Conocimiento, que le daría a su raza la sabiduría de asimilar la ciencia extranjera, así que la volvió a encerrar con el pacto de su propia sangre con la esperanza de que nunca fuera revelada de nuevo. Cuentan las leyendas que su sacrificio fue en vano, como siempre que alguien intenta conjurar el espíritu de destrucción de esa especie virulenta llamada humanidad…