martes, 18 de mayo de 2010

El lápiz mágico - Víctor Lorenzo Cinca


Tirado bajo el escritorio, encuentro un lápiz de madera, con la punta afilada. No es mío, de eso estoy seguro, pues yo siempre utilizo portaminas. Lo recojo extrañado del suelo y distraídamente esbozo una araña del tamaño de un botón en una hoja de papel. En un abrir y cerrar de ojos, la araña adquiere vida propia y empieza a pasearse por la superficie del folio. Asustado, la aplasto con el paquete de tabaco vacío y me olvido de ella. Al instante, un tanto nervioso, me entran ganas de fumar, por lo que dibujo un cigarrillo e incluso me permito el lujo de escribir sobre el filtro el nombre de una buena marca, bastante cara, que hace tiempo que no compro. Dibujo un encendedor, lo alcanzo, y prendo la punta del cigarrillo. Mientras lo saboreo, voy bosquejando unas monedas y éstas van surgiendo, brillantes y metálicas, de la hoja de papel. Me las guardo en el bolsillo, para el café de la tarde, y volteando el lápiz entre mis dedos pienso en cosas que quisiera tener. Tras considerarlo a fondo, me doy cuenta de que lo que verdaderamente necesito, lo que más deseo, no se puede dibujar, así que trazo una goma y, cuando ésta aparece, borro el inútil y peligroso lápiz antes de que caiga en peores manos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buen relato!!!!

Alvaro dijo...

¡Muy bueno!

Ogui dijo...

Tres comentarios
uno. El cuento es buenísimo. ¡Felicitaciones!
dos. Es en el estilo que hubiera inspirado a Escher.
tres. La araña no está muerta. Ver 7 Maneras 7.

Víctor dijo...

Gracias, Gotzon, Álvaro y Ogui. Si queréis más, clicad el enlace al pie del relato. Ogui: ¿dónde están esas 7 maneras 7? Quiero ver viva a la arañita.