viernes, 26 de febrero de 2010

La disertación controversial del Dr. Mongolorovicz – Héctor Ranea


El cerebro del hombre es bastante ineficiente. –Dijo el disertante, Waclav Mongolorovicz de la Universidad Cachubia–. Consume demasiada glucosa y por eso el hombre bebe cerveza o vodka en grandes cantidades. La mujer, en cambio, consume menos glucosa. En virtud de eso, el cerebro del hombre es más lento, tiende a memorizar menos y a tener reflejos más que recuerdos. Sin embargo, algunas cosas se almacenan. Por ejemplo, si la esposa le dice al marido algo sobre la compra en el mercado, deberá repetírsela tantas veces que por fin el cerebro del marido consumirá tanta glucosa que después requerirá vodka y al beberla olvidará todo sobre la compra. Pero la mujer sabe que, al repetir tanto, genera en el hombre un acto reflejo. Tan así es –continuó diciendo el distinguido académico– que se ve a hombres en estado de ebriedad realizando una compra más completa y adecuada al pedido original que quienes no consumieron ni vodka ni cerveza. Esto disparó nuestras investigaciones y la conclusión sin dejar de ser asombrosa, no desmiente las hipótesis mencionadas. Por fin –intentó concluir el eminente científico –un porcentaje significativo de la muestra estadística declaró que la conversación con sus cónyuges, madres o madres políticas los terminan durmiendo. Nuestra hipótesis, en este caso, es que deben haber desarrollado un reflejo infantil de cuando la voz de una mujer lo dormía con su canción de cuna. Estamos en plena investigación de hechos ligados a esta posibilidad y los resultados preliminares muestran que ciertamente es así. Lo cual resulta en una paradoja, como podrán advertir. Espero no haber consumido mucha glucosa de vuestros cerebros, pero por si así fuera el caso, afuera nos están esperando con muestras gratis de vodkas de todo el mundo así que, ¡celebrémoslo!

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