miércoles, 6 de mayo de 2009

El jinete nocturno - Pablo Dobrinin


Cruzan el cielo como un grito interminable. En una mano llevan las sedientas espadas y con la otra sujetan los rojos dragones que vuelan desesperadamente, creando un viento frío cada vez que agitan sus membranosas alas.
Jinetes oscuros de noches insomnes, Jinetes de brazos terribles y miradas resquebrajadas, Jinetes condenados a cabalgar el eterno viento de la desdicha.
Jinetes de lunas rotas, que han sentido como late el corazón de la lluvia. Jinetes de bestias que escupen fuego y no le temen a nada.
Jinetes de la Venganza, vuelan, vuelan, y sueñan con atrapar al culpable.
Jinetes de una lluvia ardiente que cae en el lago del alma.
Devorando las distancias, con las espadas en alto, se aproximan a su presa.
Jinetes enfermos de Tiempo. Jinetes memoriosos que profetizan la muerte. Jinetes sin presente, sin sombra, sin miedo.
Jinetes de la Venganza... animados por un único propósito.
El joven Jacques da un paso atrás y se aleja de la visión. "¿Hasta cuándo?", se pregunta con desazón. Día tras día, cada vez que se mira en un espejo, vuelve a ver la terrible horda de asesinos. ¿De qué mundo y de qué tiempo provienen? Aunque no sabría explicarlo, tiene la íntima convicción de que lo buscan a él. ¿De qué crímenes atroces lo acusan? Lo ignora todo, especialmente el hecho de que volverá a empuñar una sanguinaria espada, a cabalgar un dragón negro, y a combatir en épicas batallas... Y será esta misma noche, apenas entre en el sueño.

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