El tipo parecía enajenado, como si recién se hubiera escapado de un loquero.
—Así acabamos pronto nuestra venta la grande —dijo—, el reloj de la pulsera, las bolsas de las femeninas y los artículos de la joyería.
—Perdón, señor —respondí tratando de eludirlo—. Creo que se equivoca. Yo no soy su amigo o su cliente. ¿Entiende?
No prestó ninguna atención a mis palabras.
—¿Las condenas a los precios locos de las marcas eminentes del reloj de la pulsera o las bolsas de la D&G?
—No sé qué son las bolsas de la D&G. ¿Podría salir del paso?
—¡Entonces usted en la carretera de la justa!
—Estoy yendo a mi casa, trabajé todo el día. ¿Podría dejar su jerga y no molestarme más? —Me pareció que mi discurso se retorcía como el de él, pero no estaba para esa clase de tontería. El tipo, sin embargo, volvió a la carga, más demente que nunca.
—¿Para qué pagar es mucho? Tienes posibilidad de recibir el mismo por el aspecto de la exterior y la cualidad de la mercancía pero por dinero mucho menor.
—No quiero. ¡No me interesa! ¿Me dejará en paz o tendré que tomar medidas desagradables?
—Da lo mismo —farfulló—. Todo esto se prepara en las mismas fabricas. Tome la revólver. —Y puso en mi mano una pistola Smith & Wesson calibre 38. Era una réplica. “Hecho en China”. Pero parecía la original. Yo vacilé. ¿Eso significaba lo que parecía significar? ¿Hasta donde estaba dispuesto a llegar con tal de venderme algo?
—Me parece que no…
—Ve a nosotros —me animó; por primera vez desde que se cruzó en mi camino, una sonrisa ancha como un anfiteatro dejó de ver una hilera de dientes en ruinas— y siente la diferencia...
Disparé. ¿Qué otra cosa podía hacer?
La cuenta llegó un mes después. Debía algo más de tres mil pesos por la pistola y seiscientos sesenta y seis pesos por el tipo que me había cargado. El abogado me salió cerca de un millón y ahora espero turno en el pabellón Blue Goodbye. La inyección no me la cobran.
1 comentario:
En la academia "a vender que se acaba el mundo" de la cual soy alumno la regla número uno es " lo que no se puede vender, no existe".
Me gustó el cuento.
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