martes, 17 de febrero de 2009

La primera vez - Ann González


Me alcanzó la pistola, creo que era una Mágnum. Pesaba. Sentí la suavidad del cañón.
—¡Adelante! Dispara.
—No sé como hacerlo. —Soné tan infantil como soy.
—Je…je… Solamente, no le apuntes a nadie y estará todo bien.
Me entregó las balas. Eran de metal, pero brillaban como el oro. También se sentían suaves, excepto por una cresta cerca del medio.
Él echó mano a la pistola, movió algunas partes, hizo unos ajustes y levantó una parte del metal hasta abrirlo. Parecía una boca hambrienta, pidiendo comida.
Con un leve temblor en las manos, conseguí introducir dos balas. Me pareció suficiente. Nuevamente, me sacó el arma, y cerró la mandíbula de la bestia.
—Bien, ahora dispara —dijo, añadiendo—, je… je…
—Está bien, me quedo aquí, sostengo el arma de esta manera y disparo.
No sé si era por culpa del arma o de mis nervios, pero la maldita cosa comenzó a sacudirse como globo amarrado a un mástil durante un vendaval.
Dio la vuelta, hasta ponerse detrás de mí, me empujó el pie derecho hacia atrás y me golpeó con el codo el costado izquierdo hasta desplazarlo hacia delante. Podía percibir el aroma de su loción para después de afeitar, olía como madera húmeda.
—Dale más amplitud a tu postura.
Pateó de nuevo mi pie derecho. Yo me sentía como un oxidado GI Joe. El hombre me agarraba los brazos y las manos. Estaba muy cerca mío, mi espalda contra su pecho, mientras nuestras respiraciones se sincronizaban naturalmente. Me sentí mareada.
—¿Lo tienes?
—Sip, lo tengo.
No estoy segura si fue entonces cuando cerré los ojos o más tarde, o cuanto tiempo me llevó tirar del gatillo. Pero sí, tiré del gatillo. Pude escuchar el disparo, a través del protector de oídos. Mis manos, impulsadas hacia arriba por el arma, se alzaron al cielo. La deposité en la mesa y corrí hacia la pared posterior de la galería. Me acurruqué, llorando y temblando.
—¿Lastimé a algo?
—Je… je… je…, eres graciosa. No, lo hiciste bien.
Miraba al objetivo a través de los binoculares.
—Ni siquiera lastimaste al blanco, je… je…
—Eso es bueno —contesté—; ¿puedo hacerlo de nuevo?  

Título original: The First Time 
Traducción del inglés: María del Pilar Jorge

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