jueves, 8 de enero de 2009

La historia de Yang - Tara L. Masih


Todos los días dejo ofrendas a tus pies, todos los días. 
Sé que las ves y estás complacido. Puedes ver todo con esos tus ojos perfectos como brillantes flores de seda.
Sé que adviertes mi pasión en la sedosa presencia de los pimpollos de magnolia que esparcí en tu camino. Una alfombra para ser pisada por los pies de las damas, esos pies calzados con sandalias, tan leves, tan rápidos. Tan rápidos como para trepar las escaleras de la universidad.
Los lomos de tus pálidos becerros destellan de izquierda a derecha, atrapando la luz vespertina en los cuencos de tus rodillas. 
Sé que en la ofrenda de la pluma de urraca azul que te dejé en el cuarto escalón puedes ver mi tristeza por la patria perdida. La dejé exactamente en el cuarto escalón, porque ya pasaron cuatro años desde que abandoné mi madre patria. La pluma, de un color azul negro, tiene forma de cuchillo.
Mi memoria duele como una herida cuando pienso en Guerrero, pero estoy aquí, y la fortaleza de su espíritu me sostiene como las muletas a un leproso. 
He perdido el uso de mis extremidades. Es como si mis piernas hubieran echado raíces en la tierra. Crecieron fofas, atrofiadas, secas, su piel sensible expuesta a otro mundo. Aún puedo caminar con ellas, pero no me sostienen como una vez lo hicieron. Se desplazan sobre un terreno que no es la familiar tierra firme en la que se podía construir. Con estas piernas no podemos percibir cuando avanzamos para entrar en acción.
Si no fuera por tu cabello que brilla a la luz de la luna, no tendríamos esperanza. Mis piernas me traen hasta tu puerta, mis brazos arrasan todo lo que yo pueda ofrecerte para dejarlo a tus pies, mis manos roban los jardines para tu goce. Sé que ves mi pasión. Aunque esté desterrado, me aferro a la esperanza de que todo lo que se ha traído hasta aquí no está perdido. Te inclinarás y alzarás el cuenco. Entonces yo avanzaré llevando en la palma de mi mano los suaves frutos amarillos que una vez conocieron su propia cuna, y entonces todo será renovado.

Título original: The Story of Yang
Traducción del inglés: María del Pilar Jorge

Tara L. Masiah: http://www.taramasih.com/

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