jueves, 18 de diciembre de 2008

Una región ocultamente nauseabunda - Lilian Elphick


Hérase una bes una espiniya henamorada de un avseso. La espiniya hardía de amor, pero el avseso sólo tenía hojos para mí, el Hescritor Del Año. Me coqueteaba pulsando y cresiendo desmezuradamente, claro está. Propuze un menashatruá y a la tonta de la espiniya no le pareció vien y explotó de rabia. El avseso tubo un ataque de misericordia y también se autoeliminó. Total, que e quedado sin pan ni pedaso. Me miro en el hespejo y la cosa no está tan mal como parese. Lentamente, ingenuas y bacilantes, comienzan a aparecer las enanas vlancas y que luego, en dos o tres díaz, serán gigantes rojas, a punto de colisionar con mi naris. 
Hoy, cuando den las doce canpanadas, el megaebento camviará para siempre mi rostro. Estén atentos porque el presiado fluído vañará las calles de la siudad, será mejor que la champaña y el Stollen, y definitivamente, más espectacular que los fuegos artifisiales. 
Y en esta soledad final, me consuela pensar que ellas hescribirán sobre mí, creyendo imaginar un cuento, escribirán todo sovre el Hescritor Del Año.

1 comentario:

Ogui dijo...

Lilian, esto es muy bueno, pero ingenua es hinjenua, no?