—¡Dale, jugá la última! —dijo Cholo.
—¡Sabés que no tengo un mango!
—¡No arrugues, Pepe, apostá la Caro!
—La Caro no, la Pancha…
—La Pancha no, tu mujer está vieja. La Caro o nada.
Dejame pensar, mañana te contesto, ahora me esperan.
La noche siguiente jugaron la partida, el Cholo ganó.
Pepe, disgustado, entregó a la Caro.
—No me gusta perder, pero…Te doy la llave…
El Cholo, disfrutando, abrió la puerta y subió a la Caro. Una coupé antigua que valía una fortuna.
La puso en marcha y gritó:
—¡Te afano la gorra, van a creer que soy vos! —riendo a carcajadas.
Cholo, sintiendo satisfacción, fingió bronca lanzando una botella de vidrio.
Luego recordó las palabras del dueño del Bingo de otra zona.
—Cuando mañana salgas del garito donde te metés, te la cobro. Tu gorra te vende.
Esperó unos minutos sentado en el cordón de la vereda. Escuchó unos disparos, dejó pasar un tiempo prudente y corrió hacia el lugar que supuso se encontraría la Caro.
Al verla, espió por la ventanilla. El Cholo estaba muerto, la sangre se desparramaba por sus sienes.
Se alejó unos metros y dijo en voz baja:
—Cholo querido. ¿Quién ganó la partida?— sonriendo.
Acerca de la autora:
Nélida Magdalena González de Tapia
JUEGOS FLORALES 2024
Hace 2 meses.
4 comentarios:
El resultado de tener amistades tóxicas.
maravilloso..
maravilloso..
Caramba, amiga, es sensacional. Enhorabuena.
Encarna
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