Sueño con un enorme animal prehistórico de color naranja que me persigue por los salones del Palacio de Obras Sanitarias. Escucho que una mujer pide auxilio y corro a rescatarla, pero entonces advierto que, si en efecto voy, ella también me ha de estar soñando. Es fascinante descubrir que ambos soñamos lo mismo, claro, pero cuando yo me meto en su sueño el dragón o dinosaurio o lo que fuese ya nos persigue a los dos, y en una esquina hace la posta con un gato montés de color azul. Yo le grito que es ridículo soñar así a los gatos monteses, que todo el mundo sabe que no son azules, pero ella replica con lógica implacable que los gatos monteses no son azules pero este gato sí es azul y es montés y lo que es peor nos persigue haciéndole el relevo al Noséquesaurio naranja y gigantesco que es obvio que quiere matar a la mujer, que no sé cómo logra huir y se despierta primero, justo cuando yo le lanzo al gato montés azul una pila de revistas de modo que lo aplasto y el gato queda impreso en la página doble central de esa revista que se abre en el final del sueño, cuando yo apenas logro sofocar mis gemidos y amaina mi desesperación.
Acerca del autor:
Mempo Giardinelli
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