La casa estaba al final del pueblo, se notaba que había conocido
mejores épocas, era muy grande estaba algo alejada de la calle, a su
alrededor crecía una especie de parque ahora bastante abandonado que
tenia algunos habitantes vivos, como los gatos callejeros del barrio que
tenían ahí su guarida favorita, y otros no tanto; una especie de
monumentos o personajes de mármol que parecían custodiar la casa y el
jardín, todos estaban ya muy deteriorados por la intemperie salvo uno
que estaba en perfecto estado conservando hasta sus rasgos originales
era una muchacha muy hermosa que parecía huir.
Una tarde me
encontraba mirando la casa desde la vereda cuando una vecina ya bastante
anciana, que pasaba por ahí me pregunto ¿sabe la historia de esa
estatua?; al responderle negativamente me invito a su casa y tomando un
rico te me conto la historia
Los dueños primigenios de la casa era
un matrimonio de acaudalados terratenientes que pasaban en ella algunas
temporadas al año, al caballero no se lo veía mucho siempre ocupado en
sus negocios que según el pueblo eran bastante espurios, ella se
dedicaba a las reuniones sociales, y todos sabían de sus malos modales y
el destrato principalmente con el personal de servicio eran ambos lo
que podría decirse un matrimonio de malas personas
Un día
fallecieron en un accidente y el heredero fue su único hijo; un
personaje oscuro y mas sombrío aun que sus padres, hacia extrañas
reuniones, con gente tan oscura como el y se le endilgo el hecho de dos
asesinatos ocurridos en el pueblo que al parecer fueron ordenados por
este extraño hombre, en relación a unas deudas de juego, la gente del
lugar no quería ni cruzarse con el si lo veían cambiaban de vereda
La casa rebosaba tanta maldad que era imposible pasar delante de ella y no sentir un estremecimiento
Hasta
que un día llego una joven, aparentemente un familiar lejano, a pasar
unos días, el la recibió resignado, no le agradaban las sorpresas, debía
tener todo bajo control y esa presencia no le convenía
Al principio todo marchaba bien pero rápidamente al ir pasando los días la joven dejo de aparecer por el jardín
recomenzaron
las extraña reuniones y los comentarios abundaban, la joven a veces
aparecía momentáneamente en alguna ventana que era cerrada ruidosamente,
por aquella época se decía que habían secuestrado los hijos de una
familia muy importante para pedir rescate, pero todo salió mal y los
jóvenes aparecieron muertos en un coche a orilla de la carretera en las
afueras del pueblo; desde ese momento todo pareció derrumbarse, no hubo
mas reuniones y casi no recibía visitas aparentemente se había refugiado
en la bebida
Una noche de gran tormenta y mucho viento, la joven
quiso escapar de su cautiverio y comenzó a correr por el parque hacia la
salida, todo parecía a su favor, la actividad eléctrica había cesado y
el viento se mantenía calmo cuando estaba a punto de llegar a la puerta
el apareció detrás de ella, revolver en mano y con un tiro y la frase de
no me dejaras nuca interrumpió la fuga para siempre y cuentan que el
dirigiendo el arma a su sien termino con su vida,
Al otro día y
después que la casa quedara sola, apareció en el jardín la figura de
ella y desde ese entonces la casa esta deshabitada y a ella el tiempo
parece respetarla; la anciana termino su historia y me dijo; igual no me
crea mucho este relato es mas viejo que yo y en realidad no se si es
verdad
Me despedí agradeciendo el momento pasado y volviendo a mi
hogar pase delante de la casa me detuve a mirar a la joven y note que su
expresión había cambiado ya no parecía desesperada una extraña calma
invadía su rostro y no estaba inmaculada era como si hubiera envejecido
muchos años
Me marche pensando cual de todas las cosas que pasaron esa tarde efectivamente sucedieron
Acerca de la autora:
Paula Duncan
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