jueves, 26 de julio de 2012

Discurso por la presidencia - Claudio G. del Castillo


Ciudadanos: Encaminar el proyecto Esperanza demandó ingentes esfuerzos. Eso hay que reconocerlo. Sus precursores enfrentaron incomprensiones de la burocracia, maliciosos recortes de presupuesto y, por ende, una escasez lamentable de personal. Pero debía hacerse: era cuestión de vida o muerte.
Demos atrás al calendario y recordemos que todo comenzó cuando un militante de Greenpeace algo cabreado vistió su escafandra, salió de la Cúpula de Supervivencia y plantó una solitaria postura de eucalipto  en el Megabasurero Norte.  Alguien lo vio y se le sumó. Así, poco a poco, el empeño alcanzó nivel planetario.
Han transcurrido largos siglos desde aquel día glorioso mas, como ustedes mismos pueden apreciar, la magna tarea ha dado sus frutos: la atmósfera se ha suavizado, la temperatura se estabiliza, las primeras cucarachas asoman  ya sus antenas…  Es incuestionable que la cosa marcha. Y por eso hoy recabo vuestro voto.
Les prometo… Es más, les juro, sí, les juro que  durante mi mandato daré el empujón decisivo a la terraformación de la Tierra.
Muchas gracias.
(APLAUSOS).

Acerca del autor:
Claudio G. del Castillo

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