sábado, 5 de mayo de 2012

Rareza – Eduardo Poggi


—En estos tiempos de plagas, Dupuy —dijo la bestia a cargo del laboratorio—, usted nos interesa más como rareza que como comida.
—Claro, son incompetentes para determinar el origen de la peste.
—¿Incompetentes? —la bestia largó una carcajada—. No podemos darnos el lujo de ignorar por qué la epidemia no lo afecta, idiota.
—Por supuesto que no es por lujo —Dupuy se levantó—. Como dije: son incompetentes. Que les vaya bien.
—Oiga: ¿Qué hace? ¿Adónde va?
—Me voy —Dupuy no esperó, sorprendió a la bestia, y caminó hacia la puerta—. No es tan difícil entender lo que digo: ustedes son IN-COM-PE-TEN-TES.
Gritando lo dijo.
La bestia se le abalanzó, y de una dentellada le cercenó el cuello. La cabeza de Dupuy cayó y rebotó en el suelo. La bestia la agarró, la miró fijo a los ojos, y los huesos crujieron entre sus muelas.
—Discúlpeme Dupuy —con el meñique se escarbó los colmillos—, no sé si es por la epidemia o porque usted me cansó. Pero la verdad: EX-QUI-SI-TO.
Relamiéndose lo dijo.

Acerca del autor:
Eduardo Poggi

No hay comentarios.: