martes, 1 de mayo de 2012

Declaración de amor - Víctor Lorenzo Cinca


Con la sospecha de que quizás era ya demasiado tarde, se arrodilló un poco avergonzado sobre la hierba todavía húmeda y descubrió, con el gesto vistoso de un mago, el ramo de rosas que ocultaba torpemente detrás de la espalda. Buscó aquellos ojos que durante tantas noches había deseado, y los encontró como siempre, negros e indescifrables; arrepentido, pensó en huir de allí, en echar a correr y desaparecer para siempre, pero la sonrisa inmóvil que se dibujaba en aquellos labios ansiados consiguió persuadirle al instante. Se armó de valor, carraspeó ligeramente, y proclamó:
Te amo. Jamás me atreví a decírtelo por miedo a tu rechazo pero ya no puedo soportar más este silencio, ahora tan absurdo, tan fuera de lugar. Te amo, preciosa. Te amo con locura.
De inmediato se sintió satisfecho del acto de valentía que acababa de cometer, y con la tranquilidad de haber revelado el secreto que le oprimía desde hacía meses, quizás años, apaciguado tras aquella declaración de amor, colocó el ramo sobre la lápida, se levantó y se marchó lentamente, mientras desde la fotografía en blanco y negro, junto al nombre esculpido en el mármol, unos ojos negros e indescifrables parecían mirar cómo se alejaba.


Acerca del autor: Víctor Lorenzo Cinca

1 comentario:

Lola San dijo...

Que bonito y que triste...