sábado, 3 de diciembre de 2011

Escena en la taberna – Héctor Ranea


Los amigos encuentran una taberna cerca del muelle. Entran y piden unas cervezas. En el bar, un parroquiano se sostiene con el puño casi en el borde de la tabla, clavando sus uñas en la madera mugrienta.
Uno de los amigos pide que se sienten a la mesa. Nadie estaba en la sala excepto este tipo colgado de la barra. Uno de los amigos se va a la fonola y elige una canción. Después de un instante, la voz de un hombre torturado inicia un Blues. Detrás se escucha una guitarra sonada tan tristemente que el de la barra comenzó a gritar como si él fuera el que tuviera los dolores del amor. En breve, sus gritos eran tan fuertes que los amigos pidieron al barman que lo hiciera callar. Pero para entonces él se había transformado en un lobo, uno oscuro y el aullador era ya un cuervo negro.
La última cosa que escucharon los amigos fue el familiar: “Never more!”

No hay comentarios.: