El hombre amaba los textos de Yasunari Kawabata.
Llevado por su «País de nieve», viajó a Japón y visitó, en enero y con un frío intenso, las montañas donde jóvenes mujeres vírgenes, en la penumbra de sótanos asfixiantes de humedad y calor, sumergen los capullos en agua hirviente, devanan la seda Chijimi y tejen las finísimas telas que luego son puestas a secar, un día y una noche enteros, sobre la nieve pura hasta que adquieran la blancura inmaculada y se impregnen del Yuki no seishin, el espíritu de la nieve, y lo transmitan a quienes las vistan en los tórridos veranos de Tokio.
El hombre bajó del tren que lo llevó a las montañas y buscó, en las posadas, a su geisha Komako. La encontró: se llamaba Aiko. Pretendió el mismo amor puro, bello e intocablemente perfecto de los personajes de Kawabata; pero la primera vez que Aiko se desnudó frente a él, desechó cualquier ceremonia y sucumbió a la fragilidad y la delicadeza desenfrenadas que encontró bajo la máscara de recato que el estereotipo social imponía a la joven. Y se quemó en su llama apenas estuvo dentro de Aiko por primera vez y ella lo envolvió con sus piernas mientras acariciaba suavemente su boca.
―Llévate mis lágrimas contigo —dijo ella. Y fue la última vez que habló.
El hombre se quedo para siempre a su lado. Nunca más hubo palabras entre ellos. Y su amor cristalizó en algo mucho más hermoso que la mismísima seda Chijimi.
4 comentarios:
Un texto notable. Lo de "El ángel terrible I" induce a pensar en una continuación. ¿Existe esa continuación o es una broma del autor?
Hermoso texto, Daniel. Yo también tenía mis dudas con el título, sobre todo por lo de "terrible". Eso sí, me pareció terriblemente bueno.
¡Muchas gracias, Sergio y Javi!Hay parte II y parte III, pero cada una es independiente. de las otras. Está pensado como una trilogía de relatos cortos. Lo de "ángel terrible" se resuelve en la parte III, y tiene que ver con un verso de Rilke y una particular visión del amor: "La belleza es el principio de lo terrible. Todo ángel es terrible."
Gracias por la aclaración, Daniel. Espero el resto de la trilogía!!!
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