skip to main |
skip to sidebar
El premio por participar en el "Programa Biblioteca" había sido un sacapuntas y un lápiz. Luchín los miraba con una sonrisa que los demás apenas podían percibir. Satisfecho y lleno de orgullo.
El lápiz estaba bien afilado. Aún así, le dio un cuarto de vuelta más dentro del sacapuntas y retiró las virutas. Lo miró elevándolo ligeramente. Ahora acababa en una punta finísima, punzante como una aguja.
Sonó el timbre para salir al patio. Luchín guardó ambos instrumentos en un bolsillo de su pantalón. Los acariciaba con la mano derecha, visualizando en su mente el momento en que iba a estrenarlos.
Pronto pudo hacerlo. Sólo algunas miradas cómplices se dieron cuenta. De nuevo sonó el timbre para regresar al interior del edificio.
Por entonces, en el patio de la prisión yacían, muertos, dos guardianes. A uno le había atravesado limpiamente el corazón con la punta del afiladísimo lapicero. Al otro, le había cortado la yugular usando la cuchilla del sacapuntas.
1 comentario:
No lo culpo. Qué premios, haha.
Saludos !
Publicar un comentario