Primero fueron las cruces celtas, hechas de sangre, que flotaban en el agua de las pilas bautismales. Luego fueron las visiones de seres crucificados, emanando una luz brillantísima. Le siguieron los vívidos sueños, simultáneos e idénticos, de los sacerdotes lugareños: un círculo de dragones que quemaban robledales, dejando al descubierto a un grupo de druidas que, a escondidas, escribían el libro más grande que nadie jamás podría haber escrito. Y finalmente, las ruinas cada vez más visibles emergiendo de la tierra.Luego de nueve días de intensa investigación y gracias al acceso irrestricto a la Biblioteca Digital Mundial, pude interpretar el mensaje que algunas fuerzas ocultas estaban dejando.Pero al revelárselo al Consejo Supremo de Sacerdotes, me trajeron aquí, me ataron a esta losa y me dijeron que si estaba en lo cierto ya vendrían a rescatarme. ¿Eres tú la ninfa que soltará mis ataduras con esa espada? —No cariño, soy Morgana, la cocinera del manicomio. Hoy no nos enviaron la vianda y los grifos blancos tienen hambre. Venga, voltea la cabeza para allí y cuéntame de nuevo la historia.
Tomado de: http://sanchezclaudiabe.blogspot.com/
3 comentarios:
Claudia,me encantó. Quisiera comunicarme con vos. Este es mi mail: patricianasello547@gmail.com.
Soy miembro del grupo tanamoshi.
Cordiales saludos.
Patricia
Qué grande.. la cocinera del manicomio, me encanta el concepto.
http://www.azetarevista.com/
Gracias gente! y a Sergio especialmente por el espacio.
Un saludo!
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