viernes, 11 de junio de 2010

Celedonio Centeno, cantor de tangos - Daniel Frini


…curioso y poco conocido entre los amantes del dos por cuatro, es el caso de Celedonio Centeno. Los más memoriosos recordarán un hombrecito regordete, de bigote finito, de escasos cabellos peinados a la gomina, que supo acompañar, con más pena que gloria, a la orquesta típica del Maestro Manfredini allá por finales de los años cincuenta. Solían llamarlo «el Mudo»; y más de un tradicionalista se ofuscó por lo que creía una inmerecida comparación con Carlos Gardel.
Lo que pocos saben es que Celedonio Centeno era, ciertamente, mudo de nacimiento; pero, vaya uno a saber por qué designio de la Divinidad, también era ventrílocuo. Por lo que podía, usando este don, entonar dignamente tangos como «La Cholga», «Mañanita de Barrio Obrero» o «Se fue en el tranway de las siete»; mientras hacía su propio play-back.
Cuentan que nadie sospechó nunca de este engaño, aunque cierto ceceo, cierto cambio de «cés» por «zetas», cierta tendencia a no pronunciar las «eses» finales estuviese alguna vez a punto de delatarlo. No se conservan grabaciones de Centeno.

2 comentarios:

Ogui dijo...

¡Notable personaje, Frini! Y muy bien narrado el cuento. ¡Chapeau!

En los Esteros dijo...

¡La pucha con Celedonio Centeno!... ¡Qué pena que no exista ni una grabación!... Fue injusta la vida con el taita. Gracias Frini.