viernes, 5 de marzo de 2010

Avances tecnológicos - Víctor Lorenzo Cinca

En las calles de Smallville, Clark Kent toma notas para un soporífero reportaje periodístico -encargado como castigo por el Daily Planet- acerca de los vendedores ambulantes de hot-dogs, cuando de repente, gracias a su superoído, escucha el grito de auxilio de una chica procedente del otro extremo de la ciudad. Alguien necesita su ayuda, así que se pone en marcha. Busca a su alrededor una cabina donde calzarse las mallas, los calzones y la capa, pero no encuentra ninguna cerca. La chica, a un par de kilómetros de allí, continúa gritando deseperada. Aunque recorre a toda prisa las calles adyacentes, sólo da con un teléfono adosado a una pared, nada íntimo, sin paredes para ocultarse, que de poco le sirve, dada la extrema timidez de Clark cuando no es Superman. Pregunta en un quiosco dónde puede encontrar una cabina telefónica y el quiosquero lo mira extrañado. ¿Cabinas? Uf, hace tiempo que las arrancaron todas. Todo el mundo tiene un móvil, ya no hacen ninguna falta.

Clark se vuelve; pide un hot-dog y se concentra en el zumbido de los coches para arrinconar esa voz quebrada que todavía oye a lo lejos, en su interior, pidiendo ayuda. Con la conciencia tranquila, coge el bloc de notas y ultima, por la cuenta que le trae, el maldito reportaje, mientras confía que alguien, en el otro extremo de la ciudad, utilice el móvil para avisar a la policía.


Tomado de Realidades para Lelos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se acabó lo de las cabinas, ¿donde se cambiará de traje Superman?

Me ha gustado

Víctor dijo...

Me alegro que te gustara, Miki. En mi blog hay unos cuantos más. Lo que ya no te aseguro es que te gusten.

Saludos.