La conocí hace unos días, en el parque. Se sentó a mi lado y sacó del bolsillo del abrigo un par de interrogantes, con los que rompimos sin dificultad el hielo. Sin embargo, no pudimos charlar casi nada porque tras esas dos preguntas se marchó a toda prisa, dejando olvidados en el banco de madera tres puntos suspensivos, que me confirmaron que la cosa no debía acabar ahí, y un papelito con una dirección y una hora. A la mañana siguiente, ansioso, acudí puntual a la cita y la encontré de nuevo con un bolso lleno de interrogantes con los que reanudamos la conversación del día anterior, pero también unas cuantas comillas, que utilizó para citar de memoria a mis autores predilectos, y unos guiones largos que colocaba con habilidad para intercalar graciosos comentarios en la conversación. Durante la tarde me mostró rincones de la ciudad que no conocía y en diversas ocasiones tuvo que sacar del bolso unos paréntesis para aclararme detalles que no llegaba a comprender. Como en la ocasión anterior, se esfumó sin decir nada cuando, tras alcanzarme un punto y coma que aseguraba la continuidad de nuestra historia, el bolso quedó vacío. Ayer por la tarde, después de dos días sin vernos, apareció en mi casa sin avisar con una mochila repleta de signos de puntuación. Sin embargo, pronto se terminaron los interrogantes y los paréntesis, y entonces nos quedamos mirando, durante unos segundos, en silencio. Todo estaba dicho.
Esta mañana me he despertado en mi cama, solo, con los primeros rayos de sol. El suelo del dormitorio estaba salpicado de exclamaciones de diversos colores con las que enmarcamos interjecciones y jadeos durante toda la noche. Ha sido inútil llamarla, porque ya se había marchado de mi apartamento. De camino al baño, he encontrado un punto. Sin embargo, y pese a que llevo horas buscando, no encuentro los otros dos que faltan. Empiezo a sospechar que esto es el final.
Tomado de "
Realidades para Lelos"
5 comentarios:
genial, genial!!! me encantó tu relato. un abrazo.
Fantástico relato Víctor. Realmente bueno.
Un saludo.
Muchas gracias, Reltih. Debo reconocer que a mí también me gustó. Si quieres más:
http://realidadesparalelos.blogspot.com/
Gracias, Javi. Eso intento. Unas veces se consigue, otras no. Un saludo.
Increíblemente bueno.
Puntos suspensivos, porque sé que te volveremos a ver por acá...
Un abrazote.
¡Magnífico relato, Víctor! Lo descubrí en la antología Grageas2, donde compartimos espacio, y después me di cuenta de que estaba acá también, ¡Y no puedo perder la ocasión de manifestarte lo mucho que me gustó!
Publicar un comentario