jueves, 19 de febrero de 2009

Buenas noches - Susana Arroyo-Furphy


Se levantó de la cama. Apenas había dormido un par de horas cuando el insomnio le atacó de nuevo. “Esto va para largo”, pensó. Se calzó las zapatillas y se dirigió al cuarto de baño cuando escuchó un ruido que venía de la cocina, ¿o sería del comedor?
Reconoció su casa en la penumbra, apenas una leve luz de la luna en cuarto menguante entraba por la ventana del pasillo que conecta su habitación con el salón principal.
También reconoció los ruidos. Era como si se hubiese ausentado unos minutos de la mesa. Ellos continuaban la charla como sucede normalmente cuando alguien se tiene que retirar por unos instantes por razones fisiológicas; se encontraban, parecía, a la espera del anfitrión cuya urgencia al levantarse de la mesa era ocasionada por las grandes cantidades de agua que bebía durante el día debido a un reciente problema renal.
Así que se dirigía al inodoro. Se había levantado de la mesa o… ¿de la cama? Al caminar por el pasillo que conectaba las habitaciones, temió verse reconocido en el estupor, el pánico de la inconsciencia.
Entró al salón como si nada. Les miró de reojo dirigiéndose a la nevera para servirse agua, cogió un vaso, tenía la boca seca.
Solamente miró sus cuerpos enormes, enfundados en las ahora pequeñas sillas del comedor. Sus ojos se abrieron desmesurados, los globos oculares casi saltaban de sus órbitas. No eran sus amigos, eran ellos, los aliens, sentados en junta de consejo. Le miraron con desprecio desde sus extraños ojos.
Tomó el vaso con agua vertida, más bien derramada sobre sus temblorosas manos. No quiso mirarlos de frente. Hizo un gesto fingiendo una sonrisa amigable y les dijo al tiempo de retirarse: “Buenas noches”.

4 comentarios:

guiñazu dijo...

hAY para qué lo leí, no se porqué pero hace ya tres dias que me amanesco con el blog y no puedo dormir, cuando lo hago ya debo levantarme. Hoy he decidio quedarme sin siesta y estoy leyendo para no dormirme todas las entradas de breves no tan breves.
Felices sueños y que no aparezcan los... oqjkaqkuqiuqjroqu
saludos Luis

Anónimo dijo...

Buenas noches

Es un cuento con características de sonambulismo y trastorno del sueño del protagonista que no sabe precisar si sueña o es real la presencia de esos seres no humanos apoltronados en los asientos de una habitación de la casa: comedor o cocina.
El agua es el elemento conductor, el que produce el movimiento del personaje, tanto de la cama o del comedor por causas fisiológicas ya que se presenta como un problema renal que le obliga ir al inodoro de manera constante.
Si no fuera porque, el protagonista nos habla de su dolencia renal, la causa de su insomnio estaría resuelta, como su sed ¿pero que hacen esos asquerosos aliens en su casa? El protagonista advierte que no son sus amigos pero "reconoce" el ruido que meten, lo que nos lleva a pensar que son asiduos y poco deseados visitantes suyo; y aún así no pierde el control de sus nervios, al verles burlones y despreciativos con él, mientras se bebe un vaso de agua fresca extraída de la nevera. Pese al pánico que le embarga tiene la capacidad de demostrarse amable y cordial con ellos deseándoles buenas noches.
Excelente cuento.

V.A.J.H.

Yo Escribo dijo...

Muchas gracias, Victor, por tan maravilloso comentario. Es usted muy amable.
Ana

Graciela dijo...

Apenas encendí mi 'lap top' u 'ordenador' en el nuevo horario de acá en Mëxico y vi el correo de Susana Furphy y cada vez que veo su correo lo leo inmediatamente por que sé que con algo nos va a sorprender, y en efecto así fue cuando terminé de leer "buenas noches" justo en la mañanita apenas desperté. Y es que en las noches la vida es diferente y sobre todo en las penumbra a veces todo se vuelve aliens, buena imaginación, me gustó, felicidades Susana.
Graciela Sánchez Guevara