miércoles, 21 de enero de 2009

Amor cibernauta - Diego Muñoz Valenzuela


Se conocieron por la red. Él era tartamudo y tenía un rostro de neanderthal: cabeza enorme, frente abultada, ojos separados, redondos y rojos, dientes de conejo que sobresalían de una boca enorme y abierta, cuerpo endeble y barriga prominente. Ella estaba inválida del cuello hacia abajo y dictaba los mensajes al computador con una voz hermosa, pausada y clara que no parecía tener nada que ver con ella; tenía el cuerpo de una muñeca maltratada. Fue un amor a primer intercambio de mensajes: hablaron de la armonía del universo y de los sufrimientos terrestres, de la necesidad del imperio de la belleza y de los abyectos afanes de los mercaderes de la guerra, de la abrumadora generosidad del espíritu humano que contradice la miseria de unos pocos. Leían incrédulos las réplicas donde encontraban una mirada equivalente del mundo, no igual, similar aunque enriquecida por historias y percepciones diferentes. Durante meses evitaron hablar de sí mismos, menos aún de la posibilidad de encontrarse en un sitio real y no virtual. Un día él le envió la foto digitalizada de un galán. Ella le retribuyó con la imagen de una bailarina. Él le escribió encendidos versos de amor que ella leyó embelesada. Ella le envió canciones con su propia voz, él lloró de emoción al escuchar esa música maravillosa. Él le narraba con gracia su agitada vida social, burlándose agudamente de los mediocres. Ella le enviaba descripciones pormenorizadas de sus giras por el mundo con compañías famosas. Ninguno de los dos jamás propuso encontrarse en el mundo real. Fue un amor verdadero, no virtual, como los que suelen acontecernos en ese lugar que llamamos realidad.

(*) Este microcuento forma parte del libro ANGELES Y VERDUGOS , publicado en 2002 por el autor, bajo el sello de la editorial Mosquito

Tomado de http://www.diegomunozvalenzuela.blogspot.com/

4 comentarios:

Tercera Opinión dijo...

Me encanta que este microcuento sea capaz de confundirnos cuando habla de real y virtual. Porque a veces lo más real es a la vez lo menos tangible.

Un saludo.

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http://www.terceraopinion.net

Noirtopia dijo...

Me encantó el cuento. Imagino que el amor en nuestros tiempos solo esta a una pequeña escalera de distancia que nos separa de lo real y lo virtual.

Me atreví a cruzarla (esa escalera) y el cuenta de mi vida al día de hoy tiene un final feliz.


P.D. Aprovecho de una vez para también comentar que me encanta este Blog y le he otorgado el premio al Esfuerzo Personal, por favor visita mi blog para recogerlo

Saludos.

Miriam Gálvez a.k.a. Vamp Chic

http://vampirellarebelchic.com.mx/

Olga A. de Linares dijo...

Me ha gustado mucho esta historia de amor, y la posibilidad de vivirlo más allá de las trabas de la "realidad".

Anónimo dijo...

ME ENCANTO LA HISTORIA SE PARESE MUXO ALA MIA CON MI LUNA(ES EL NOMBRE DE LA NIÑA Q ME ENAMORE ELLA TIENE 14 AÑOS)ELLA Y YO CHATEAMOS TODAS LAS MAÑANAS Y LAS NOCHES ESTAMOS MUY ENAMORADOS Y ASTA AHORA NO NOS VIMOS FISICAMENTE Y ESPERO CON ANSIAAS ESE DIA POR Q YO LE PROMETI IR A VISITARLA , YO VIVO EN BOLIVIA ELLA EN CHILE , TEAMOO MI LUNA HERMOXAAA SALUDOS DESDE BOLIVIA =)