miércoles, 9 de mayo de 2012

Caminos del exilio – Xavier Blanco


Avanza la muchedumbre ordenada, silenciosa y, en su devenir, dibuja el cono de un embudo sobre la tierra yerma. Incansable, sigue su periplo, transita por los caminos de la derrota bajo un cielo cubierto de nubes de chatarra. Llueve, aunque nada es real - ni siquiera imaginario -. Todos saben que lo fingido es demasiado frágil, pero nadie habla con nadie, abandonaron el lenguaje y esa mudez levanta entre ellos una muralla de desconfianza. El tiempo es inclemente; sólo queda caminar. Algunos distinguen la puerta en la lejanía, no hay mas estímulo que ese. Maleados por el barro avanzan y la imagen se fragmenta, se rompe en mil retazos de memoria. La intemperie ahoga. Las nubes hechas girones descargan un óxido macilento. Precipitan los recuerdos. La fila avanza: un ser y después otro en un movimiento sincopado, sin contacto, sin miradas, sin palabras. Arrecia la ventisca. Se auscultan los versos de un poeta loco. La fila se aquieta aturdida, todos giran sus cabezas como un ejército de marionetas. El hombre cae exhausto y perece diluido en el fango. Luego las palabras expiran y la lluvia llora en sus ojos. Al final una puerta y, tras ella, el acantilado.

©  Xavier Blanco 2012.

Tomado del blog Caleidoscopio

2 comentarios:

Ana dijo...

Camino al abismo, en un mundo gris, convertido en nada. Hacia allá vamos sin remedio si abandonamos al poeta diluyéndose en el fango.
"las palabras expiran y la lluvia llora en sus ojos", me encantó.

Sabés que me acordé de un capítulo de Historias para no dormir, con Narciso Ibañez Menta, NN23 se llamaba el episodio. Él era el poeta... Imperdible.

Un abrazo!

XAVIER BLANCO dijo...

Gracias Ana, no conozco ese capítulo, ni siquiera recordaba esa serie. Sí, ese poeta es la esperanza, en un mundo que hace demasiado tiempo que transita por el acantilado.

Un abrazo