¡Soldados y hombres libres! Allende las Montañas Nubladas, cruzando la Fortaleza del Bosque, las piedras y el fuego lloverán sobre nosotros, porque enfrentaremos al enemigo del final de todos los tiempos. Los engendros del Norte nos aguardan para humillarnos y esparcir sobre la roca nuestras vísceras aún palpitantes. Detrás del enemigo nos juran prosperidad los tesoros de los reyes que nos han dominado, las espadas de próceres que cayeron por nuestra causa, las capas de tantos santos y las columnas de los crueles templos de Oriente. ¡Marchemos con firmeza, hermanos, amigos! ¡Por nuestra tierra, nuestra familia, por nuestros dioses y los hijos de nuestros hijos! ¡Por el pan caliente, el vino fresco en la mesa y nuestras mujeres bien dispuestas! ¡Caminan hacia nosotros ataviadas con el alba, la libertad y la gloria! ¡El día del sacrificio llegará con el grito de los profetas! ¡Pero hoy no es ese día! ¡Volvamos a casa! ¡Volvamos a casa! ¡Volvamos a casa!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario