jueves, 16 de diciembre de 2010

Donnatest - Samanta Ortega Ramos


Conozco a chicas que dejaron el romanticismo y la sorpresa a un lado y fueron directo a los test de ovulación desde el momento en el que empezaron a buscar. No fue mi caso: alegué que no me convencía la idea de traer al mundo a un bebé de forma robótica y que quería que fuera mágico. Pero la verdad: necesitaba tiempo para digerir la idea.
A los seis meses, como la idea ya estaba a punto caramelo y no había ni rastros del ‘prototipo’, supuse que era hora de intentarlo a la nueva usanza.
El problema fue cuando abrí la cajita y vi el manual de instrucciones. Me pedía que sacara el promedio de los últimos 6 ciclos para saber cuándo empezar a hacer los test. El problema: podría intentarlo sólo 5 veces y si calculaba mal tendría que comprar otra cajita. Eso significaba el 6% de mi sueldo. Como buena chica irregular que soy (cuando escribo esto no puedo evitar pensar en los productos de un outlet con pequeños defectos. Lo bueno es que siempre hay alguien que los quiere igual) lo iba a tener más difícil que nunca (sumado a los ya habituales y fanáticos granos de siempre, a los dolores que con los años se duplican y a los humores increíble-hulkistas). Demasiado.
Al mes siguiente cambié de marca como quien cambia de un partido político a otro en Argentina. El Donnatest, minimalista, era más higiénico, fácil y venía con material bonus: dos test más y uno de embarazo (además no hacía referencias desalentadoras para quienes tenemos ovarios poliquísticos como: los resultados pueden no ser fiables). Eso sí, habría que cumplir a raja tabla el procedimiento:
Hacerlo a la misma hora, entre las 10h. y las 20h.
No utilizar el primer ‘caldito’ de la mañana. (Un alivio. Cuando uno se levanta no se acuerda ni de cómo se llama).
No beber mucho líquido dos horas antes. (Mucho es un término ambiguo y no aporta información: ¿qué, un vaso, dos, un litro?)
Recoger el ‘caldito’ en un recipiente limpio y seco. (Mejor así. Imposible hacer bucear a la placa, en vivo y en directo, sin salir con la mano barnizada).
Dispensar con el gotero 4 gotas en la ventana de muestra de la placa. (Realmente es como sentirse en un laboratorio).
Esperar 10/12 minutos y leer el resultado. (¿Y mientras hago como que estoy en otros temas?)
Dos rayitas: positivo. Estará ovulando posiblemente entre las próximas 24-48 horas. (Ese día y los dos siguientes son los días más fértiles. Momento de ponerse la ropa de entrenamiento).
Claro que como mencioné antes, soy una chica irregular y parece que eso se arrastra al resto de la vida. Durante los últimos 6 meses, si no estaba en una reunión, almorzaba con una amiga entrañable o simplemente me olvidaba por la cantidad de trabajo que había, o estaba en otro país con un desfase horario imposible de hacer cuadrar (ni loca ponía el despertador una hora antes de las 4 para hacer pis y esperar despierta a que me vengan ganas otra vez, a las 4, para recoger el caldito bueno).
En fin, en mi mundo imaginario, las chicas regulares toman café regular (nada de descafeinado), son exitosas, con una bellaza constante, y comen helado y tiene hijos cuando quieren sin engordar. ¿Alguien sabe si es contagioso? Puedo camuflarme entre ellas muy bien si quiero. Es el momento de intentarlo todo.


Tomado del blog: http://unaembarazada.blogspot.com/
Sobre la autora: Samanta Ortega Ramos

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