viernes, 29 de octubre de 2010

El monje tecnológico - Newton Stone



Hora 5:05pm
Bajo la fría y misteriosa botella ámbar de cerveza redescubrí la virtud de estar y sentirse solo. Las relaciones en la facultad se convertían en algo un poco tenso y yo estaba siendo arrastrado en una vertiginosa situación donde no sabia que eran los sueños ni cual era la sísmica realidad. Todos allí se agrupaban bajo intereses bien definidos: status económico o social (o ambos), intelectuales, solo sexo o simplemente por una afinidad espectral…yo apostaba por una agrupación caótica con ribetes de oscurantismo…
Bebí un trago y aumente mi fuerza síquica, debía tomar mi propio demonio con su rifle magnético y enfrentarlo…
Despertar de esa realidad-sueño me trajo de vuelta hacia un día resplandeciente de azul en un cuarto de hotel viendo las horas correr con la forma de calle bulliciosa, sentado en un bar chino donde muchos conversaban sin esperar a nadie.
Diferencias sutiles empezaron a mostrarse: los días iban y venían cambiantes solo en los relojes de la gran ciudad. Insoportables frecuencias fonéticas desestructuraban mi razón convirtiéndolos en elementos impuntuales… una parte analógica y desértica, otra digital e irreparable…

La bomba de humo empezó a surtir efecto, nadie puede ya acordarse, no podían ver…
Todos existían para ser humanos, en una justificación acompañada de una eterna diversión. Muy habitual por estas tierras…
Mi reporte no estaría completo si no lograba describir esa sensación de que no saldría de este sitio en mucho tiempo. Sueño que no descifraba como atraparlo…
Mi actual posición se designo bajo un ciclo nefasto. Debía reestructurar todo mi sistema y desarrollar un tipo de tecnología intermedia entre sus cerebros y mis manos. Los terrícolas carecían de prótesis sensoriales. Del PC al ojo-oído nada había sido implantado.
Esto empieza a preocuparme…
La invisibilidad es el primer paso…

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