El submarino USS Razorbak Arkansas comenzó a estar en servicio en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial. Tanto que no llegó a entrar en combate, y sólo llevó a cabo labores de vigilancia en aguas del Pacífico Norte.
Fue durante el período de la Guerra Fría cuando tomó mayor protagonismo, poniendo en jaque a la flota rusa con su escurridizo comportamiento. Se acercaba peligrosamente a los buques de la armada soviética, y siempre se escabullía a toda velocidad cuando los rusos empezaban a tomarse las cosas en serio.
Tras mil vicisitudes y peligros, el 23 de octubre de 1976, sufrió un incidente que la CIA ha mantenido como alto secreto y que probablemente nunca saldrá a la luz, dada la gravedad de los hechos acontecidos. A las 9:32 AM de ese día, el sonar del submarino había detectado un banco de sirenas. Desde entonces, se perdió la señal y nunca más se ha vuelto a saber.
Meses después se presentó, como si fuera el original, una réplica exacta. Es la que se conserva en el Museo Naval de Arkansas. No se tiene constancia de que alguien aún haya notado el cambiazo.
El hecho de mantenerlo como alto secreto se basa principalmente en la creencia de la Inteligencia Americana de que, pese a su sofisticado sistema de defensa, no se ha logrado ningún avance en los escudos anti-mitología.
Se teme que esto pudiera dar lugar a una invasión de los coreanos del norte, pequeños y enrabietados donde los haya, ocultos en un nuevo caballo de Troya.
2 comentarios:
Excelente cuento Javier. Lo que es a mí los escudos antimitología no me están resultando. Tampoco me preocupa, no tengo enemigos en esa área.
Cordiales saludos
¡Muy bueno, Javier! Este escudo antimitología seguro que se consigue en internet, pero está sintonizado para otras mitologías... ¡ojo!
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