Una situación tensa avanza desde el fondo de las sombras. El viejo callejón, anegado de recuerdos, pugna por librarse de ella, pero un gato, una manada de gatos, es su aliado.
Y llueve.
La noche no consigue llegar más allá, y todo queda paralizado en un deja-vu eterno.
La aguja del reloj marca siempre el mismo segundo, una y otra vez, y otra, y otra... finalmente, el segundo se desgasta de tanto uso, y acaba por desaparecer. Así, finalmente, se acaba el tiempo; todo, por una situación tensa, que se podría haber resuelto si la memoria no nos hubiese fallado en ese mismo momento; si los gatos no maullasen en el callejón; si la lluvia se hubiera llevado nuestros recuerdos... Demasiados condicionantes, y muy poca decisión nos han llevado hasta el final del tiempo, de todos los tiempos.
Y las sombras se enroscan sobre sí misma, mientras todo desaparece.
1 comentario:
ay una versión de este relato, relacionado con Los Mitos de Chthulu en la Biblioteca Fosca Especial El Kraken
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