lunes, 15 de junio de 2009

La torre - H.P. Lovecraft


Desde esa esquina se puede ver la torre. Si el testigo abandona por un segundo el ruido de la vida porteña, descubrirá tras las paredes circulares un aquelarre. El eco del mismo lugar que la humanidad resguarda en la penumbra bajo diferentes disfraces. La esencia de los cimientos de construcciones tan antiguas como las pirámides y Stonehenge. Allí se suceden acontecimientos -incluso próximos a lo cotidiano- que atraen a hados y demonios.
Fue lupanar y fumadero de opio. Acaso alguno de sus visitantes haya dejado el alma allí preso del puñal de un malevo. Pero fue cuando llegó aquella artista pálida, María Krum, que su esencia brotó al fin. Recuerdo que apenas salía para hacer visitas a la universidad. Fue en su biblioteca donde hojeó las páginas del prohibido Necronomicón. Mortal fue su curiosidad por la que recitó aquel hechizo. Quizá creyó que las paredes sin ángulos la protegerían de los sabuesos. Pero esas criaturas son hábiles, impetuosas, insaciables. Los vecinos oyeron el grito del día en que murió. Ahora forma parte de la superstición barrial. Pero yo sigo oyendo su sufrimiento y el jadeo de los Perros de Tíndalos que olfatean, hurgan y rastrean en la torre.

2 comentarios:

MANUEL IGLESIAS dijo...

Agradable sorpresa de un "lovecraftiano" secular al encontrar hoy en Breves...Este relato. Enhorabuena.
"Acercaos, camaradas, acercaos con vuestras jarras de cerveza
Y brindad por el presente antes de que se vaya;
Rebosad vuestros platos con montañas de carne: Pues el comer y el beber nos trae la alegría: Así que llenad vuestros vasos
Pues la vida pronto pasa...
Drinking song from the tomb
Howard Phillips Lovecraft

Anónimo dijo...

Muy buen relato del hombre este que escribia re bien y además era re pulenta jeje. Hablando en serio. Probaste subir autores breves de ciencia ficcion? con Philip K. Dick te podes llevar una muy biena sorpresa. Segui asi...ah... elmejorplagio.blogspot.com...ese soy yo