domingo, 26 de abril de 2009

Crimen en el seminario- Alejandro Ramírez Giraldo


Después de las oraciones de laudes el Padre Maestro me llamó a su despacho mientras mis demás hermanos desayunaban. Me dijo, bajo reserva, que en los últimos días habían asesinado a dos hermanos y que la comunidad no lo sabía. Necesitaba de mi colaboración pues todos mis hermanos hablaban muy bien de mi aguda capacidad de observación, de mi inteligencia y mis dotes para la deducción. Quería que descubriera al asesino y ojalá antes de la oración de completas.

Recorrí todo el seminario, los observé a todos mientras oraban o comían, escudriñé la biblioteca y comparé las huellas de todos.

A la hora de la oración de completas le hice la relación de todo lo que había hecho. No había descubierto nada, el asesino parecía muy inteligente y no había dejado ningún rastro; además no lograba comprender ni él móvil ni la relación de los dos crímenes anteriores.

Antes de retirarme le dije que había encontrado un papel en la biblioteca y se lo entregué. En él yo había escrito, encriptándolo todo según la técnica del prusiano Friedrich Kasiski, la confesión de mis crímenes. Dudaba de su inteligencia.

Hacia la hora de las oraciones de maitines me metí en su cuarto y descubrí que había descifrado la mitad del mensaje. Al amanecer el Padre Maestro apareció muerto.


Tomado de: http://cuentominicuento.blogspot.com

Sobre el autor: Alejandro Ramírez Giraldo

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