jueves, 4 de abril de 2013

Machine - Raquel Sequeiro


Un espléndido agujero en el manto cuántico de la atmósfera de la dimensión 122 de la Rueda Dentada del Cíclope. Artemisa escuchó la ulterior decisión y ésta actuó como astringente. La mente se le quedó seca, los brazos flácidos, las piernas enjutas y plúmbeas, la piel cayó a pedazos, el cabello se estremeció con el viento y se soltó de sus anclajes. La hermosa diosa contempló con tristeza la escalera. Se cerró la puerta. Imploró al numen que le devolviera la llave. ¿Qué más te da!, dijo él. Creíste que eras otra cosa que una máquina. No lo eres.
Una fracción de segundo. Un ritmo frenético inunda el corazón de la estructura metálica. Se activan unos cuantos circuitos, se desprenden las venas; se coagularon y se endurecieron los ojos; vidriados, cayeron como dos gotas de cristal y rodaron. La numeración estaba en su caja torácica. Artemisa intentó pararlo con las manos. Desesperada, aferró el corazón con la única mano que le quedaba. Un auténtico corazón humano.
-¿Ves bien la diferencia? Obsérvala bien. En el futuro deberás recontruírla.


Acerca de la autora:  Raquel Sequeiro

3 comentarios:

  1. Hola, Raquel. En más de una oportunidad me desbordé de ganas por reparar en la Contundencia de tus textos. Son firmes y claros, se contemplan sólidos y filosos y es muy agradable cuando ese filo traspasa para llegarnos.

    Saludos.
    Cristian Cano.

    ResponderBorrar

Por favor, tratá de que tu comentario sea sobre la microficción en cuestión. Asuntos personales (buenos y malos) que tengas con el/la autor/a del texto y/o los miembros de este blog por favor resolvelos por otros canales ya que este no es el adecuado.
Gracias.