Tardó en nacer. Era tan lento comiendo que se dormía antes de llenarse. Llegaba al colegio sin desayunar y con los deberes a medias. Se graduó el último, ante la mirada de liberación de sus padres. El día en que su novia lo dejó por llegar tarde a su boda se le presentó un oscuro hombre y le dijo:
—Te propongo un trato: Te concederé el don de volver de la muerte y a cambio tú, para disfrutarlo, sólo tendrás que superar el defecto de la lentitud.
Frenético y en continua tensión luchó por darse más prisa, por hacer las cosas bien y a su tiempo. Prosperó rápidamente, logrando poder y dinero. La rigidez de su vida lo llevó sin demora a su lecho de muerte. Sin embargo, después de tantos años conteniéndose, se relajó antes de morir. En el instante en que debía resucitar le envolvió tal parsimonia, que volvió a la vida cuando su cuerpo ya estaba enterrado y putrefacto.
Acerca de la autora: Sara Lew
Acerca de la autora: Sara Lew
5 comentarios:
Muy bueno.
Éste pobre quedó más salado que las anchoas.
Demuestras con éste relato que vivir no es fácil y morirse tampoco.
Al final la naturaleza de uno sale. No esperaba un final feliz, pero tampoco éste.
Gracias por vuestros comentarios. Abrazos.
Muy, muy bueno, Sara. Inesperado final, por lo menos para mí), que cierra de manera ideal la historia.
¡Saludos!
Publicar un comentario