
La múcula vive en aguas pantanosas, aunque también se la ha visto nadando en los territorios de Xuxu. Cuando encuentra un mejillón que inseminar, este extraordinario organismo pluricelular lanza hasta 15 ml. de lactoccocus lactis a 150 km/hr, adosándose durante tres horas al bivalvo en cuestión. Luego de esta ceremonia, la múcula languidece, se guarda en su capucha e hiberna, recubierta de una gruesa tela, parecida al algodón. En este estado, suele alimentarse de una especie de quesillo (Treponema pallidum) que ella misma produce.
Los ejemplares descapuchados no se alimentan en la hibernación; son acicalados por las lóbulas, seres vertebrados que poseen un órgano móvil de 10 cm. de longitud, con papilas fungiformes y frenillo. Al ser recompensadas por la múcula, las lóbulas aúllan entre 3 y 20 segundos, dependiendo si ésta es precoz o no.
La múcula descapuchada se adapta a la marea roja, pero no así al hongo albino de las cavernas submarinas, cuyo pH es ácido en los meses de verano. Al más leve contacto con esta levadura, la múcula se irrita y propicia el cremasterio.
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