
Rafael escribe cuentos cada tanto y cuando le viene la inspiración, no piensa hacer ninguna otra cosa. Cierta mañana, a Rafael se le ocurrió una gran idea para un cuento. Entonces corrió a buscar birome y papel. Cuando se le empezó a mover la mano sintió que le venían más ideas. Empezó a escribir más rápido, y su cara se volvió roja y de la cabellera empezaron a salirle gotitas de sudor. Luego de escribir un buen rato, se le acabó el cuaderno. Rafael se puso como loco, y no dudó ni un instante en seguir escribiendo en lo primero que le vino bien, en este caso, la pared. Pasaban las horas, llegó la noche, y sólo quedó un pequeño espacio en una de todas las paredes de la casa para que Rafael pudiera dar fin a su cuento. Miró a su alrededor y contempló el resultado de su entusiasmo. Había usado toda la casa sólo para escribir un simple cuento titulado “El escritor entusiasmado”.
Muy bueno! Qué momento cuando vienen las ideas, no?
ResponderBorrarHéctor
gracias Héctor
ResponderBorrarHOLA ARANTZA
ResponderBorrarPor fin te encontré a vos y a RAFAEL, EL PERSONAJE DE TU INSPIRACIÓN. Lo había leído y cuando escribí el comentario, la compu se me apagó, que rabia me dió.Pero te digo tu CUENTO,
ME EN CAN TÓ !!(lo que se hereda no se roba)sigue escribiendo, tienes a quien salir!
Te mando UN BESOTE VIRTUAL... AGARRAAALOOO !!!ABUELA MATI ( Tita)