sábado, 23 de noviembre de 2013

El miedo del Señor Lagunsa - Cristian Cano


Salgo afuera porque no aguanto más el encierro. Las llaves me parecen cuerpos extraños, como maquinas frías y ajenas. Les tengo miedo. Cierro y las olvido en un bolsillo de la campera. Decido ir a lo de un amigo y a la mitad del trayecto me doy cuenta de que no es más mi amigo; si lo fue, hoy quedan los restos. Freno para prender un Benson y hago como que me olvido algo metiendo las manos en los bolsillos. Pego media vuelta. Sé que los intereses ya no son los mismos: hay vestigios de oscuridad y no le encuentro asidero a la incongruencia. Termino metido en un café o en alguna librería. Después de hablar con la empleada cuestiono qué clase de persona escribe un libro junto a una desconocida. En primera instancia es confuso y hasta parece una hazaña literaria, pero no lo es. Es algo más. Es un desafío disfrazado. Pongo los puchos y el llavero sobre la mesa como si fuesen un trofeo: el recuerdo constante de la derrota del miedo. El mundo irreal que te devora. Los dos cuerpos extraños, las dos piernas del monstruo.


Acerca del autor:  Cristian Cano

2 comentarios:

Nélida Magdalena Gonzalez de Tapia dijo...

¡Me encantó!

Cristian Cano dijo...

Nélida. Este texto está orientado enfocado en otro que salió publicado en la revista QU literatura. Se llama El regodeo del Señor Lagunsa. Es un personaje que me gusta. Siempre aparece.