domingo, 23 de junio de 2013

Excesivos ladrones - Ana María Shua


Robaron el equipo de audio y los candelabros y la comida de la heladera y los ceniceros de cristal de Murano y el televisor y hasta los equipos de aire acondicionado y robaron también la heladera misma y la mesita del televisor y el resto de los muebles y los dólares guardados en la caja fuerte empotrada en la pared del dormitorio y después robaron la caja fuerte y también la pared del dormitorio y después robaron el resto de las paredes y los cimientos que la sostenían y el techo que en ellas se sustentaba y las cañerías de bronce que las atravesaban y después robaron los árboles y flores del jardín y después el jardín mismo y el terreno sobre el cual había estado construida la casa y robaron el basamento de granito y varias capas geológicas incluyendo una durísima, de basalto puro, y las napas de agua que en ellas había y siguieron robando y robando hasta provocar la irrupción de la lava en una explosión volcánica que ocultó por completo las pruebas de sus fechorías, los terrenos circundantes, el pueblo entero y buena parte del partido del conurbano en el que se produjera el hecho delictivo y varias zonas de los partidos aledaños y, merecidamente, a ellos mismos, por chapuceros, improvisados y sobre todo exageradísimos ladrones.

Acerca de la autora:

6 comentarios:

Maria Elena Lorenzin dijo...

Me encantó el modo en que la autora va construyendo este cuento hasta llegar al robo total.

Maria Elena Lorenzin dijo...

Muy bueno. Felicitaciones.

Javier López dijo...

¡Qué bueno!

Miguel Ángel Pegarz dijo...

A ver si es verdad. Si es que yo he visto lo que la autora quería ver/que ocurriese.

Mery Correa Dutari dijo...

Excelente, la voracidad de los ladrones no tiene limites.

Mery Correa Dutari dijo...

Excelente, los ladrones y su voracidad sin limites