sábado, 29 de diciembre de 2012

La casa - Paula Duncan


La casa estaba al final del pueblo, se notaba que había conocido mejores épocas, era muy grande estaba algo alejada de la calle, a su alrededor crecía una especie de parque ahora bastante abandonado que tenia algunos habitantes vivos, como los gatos callejeros del barrio que tenían ahí su guarida favorita, y otros no tanto; una especie de monumentos o personajes de mármol que parecían custodiar la casa y el jardín, todos estaban ya muy deteriorados por la intemperie salvo uno que estaba en perfecto estado conservando hasta sus rasgos originales era una muchacha muy hermosa que parecía huir.
Una tarde me encontraba mirando la casa desde la vereda cuando una vecina ya bastante anciana, que pasaba por ahí me pregunto ¿sabe la historia de esa estatua?; al responderle negativamente me invito a su casa y tomando un rico te me conto la historia
Los dueños primigenios de la casa era un matrimonio de acaudalados terratenientes que pasaban en ella algunas temporadas al año, al caballero no se lo veía mucho siempre ocupado en sus negocios que según el pueblo eran bastante espurios, ella se dedicaba a las reuniones sociales, y todos sabían de sus malos modales y el destrato principalmente con el personal de servicio eran ambos lo que podría decirse un matrimonio de malas personas
Un día fallecieron en un accidente y el heredero fue su único hijo; un personaje oscuro y mas sombrío aun que sus padres, hacia extrañas reuniones, con gente tan oscura como el y se le endilgo el hecho de dos asesinatos ocurridos en el pueblo que al parecer fueron ordenados por este extraño hombre, en relación a unas deudas de juego, la gente del lugar no quería ni cruzarse con el si lo veían cambiaban de vereda
La casa rebosaba tanta maldad que era imposible pasar delante de ella y no sentir un estremecimiento
Hasta que un día llego una joven, aparentemente un familiar lejano, a pasar unos días, el la recibió resignado, no le agradaban las sorpresas, debía tener todo bajo control y esa presencia no le convenía
Al principio todo marchaba bien pero rápidamente al ir pasando los días la joven dejo de aparecer por el jardín
recomenzaron las extraña reuniones y los comentarios abundaban, la joven a veces aparecía momentáneamente en alguna ventana que era cerrada ruidosamente, por aquella época se decía que habían secuestrado los hijos de una familia muy importante para pedir rescate, pero todo salió mal y los jóvenes aparecieron muertos en un coche a orilla de la carretera en las afueras del pueblo; desde ese momento todo pareció derrumbarse, no hubo mas reuniones y casi no recibía visitas aparentemente se había refugiado en la bebida
Una noche de gran tormenta y mucho viento, la joven quiso escapar de su cautiverio y comenzó a correr por el parque hacia la salida, todo parecía a su favor, la actividad eléctrica había cesado y el viento se mantenía calmo cuando estaba a punto de llegar a la puerta el apareció detrás de ella, revolver en mano y con un tiro y la frase de no me dejaras nuca interrumpió la fuga para siempre y cuentan que el dirigiendo el arma a su sien termino con su vida,
Al otro día y después que la casa quedara sola, apareció en el jardín la figura de ella y desde ese entonces la casa esta deshabitada y a ella el tiempo parece respetarla; la anciana termino su historia y me dijo; igual no me crea mucho este relato es mas viejo que yo y en realidad no se si es verdad
Me despedí agradeciendo el momento pasado y volviendo a mi hogar pase delante de la casa me detuve a mirar a la joven y note que su expresión había cambiado ya no parecía desesperada una extraña calma invadía su rostro y no estaba inmaculada era como si hubiera envejecido muchos años
Me marche pensando cual de todas las cosas que pasaron esa tarde efectivamente sucedieron


Acerca de la autora: Paula Duncan

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