domingo, 22 de julio de 2012

K en La Mancha — Lilian Elphick


K, Don Quijote y Sancho Panza frente a los molinos de viento.
Don Quijote: — ¡Ataque!
K: — ¿Yo?
Don Quijote: — ¿No vino aquí a desfacer agravios?
K: —Vine a La Mancha porque me dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Hermann Kafka.
Sancho: — Ése caballero vive más al norte, señor K, donde hay ríos llenos de truchas y bosques encantados.
Don Quijote: —Vamos a buscarlo y nos olvidamos de estos gigantes de brazos largos.
K: — Pero, yo vengo del norte y él no está allí.
Sancho: — Seguramente es otro norte el que usted buscó.
Don Quijote: — Tiene razón el escudero: hay muchos nortes. ¡Andando!
K: — Yo tengo una brújula y el norte es siempre el mismo. Mire.
Don Quijote y Sancho: — ¡Válgame Dios!
Don Quijote: —Usted es nigromante, K, y no nos había dicho nada.
K: — Soy escritor igual que su amo.
Sancho: —Mi amo no tiene amo, ¿o sí?
Don Quijote: —El único escritor soy yo, ¿acaso sois ciegos?
K: — Usted es un personaje creado por Don Miguel de Cervantes y Saavedra.
Don Quijote: —Ha perdido el norte irremediablemente, K. Deme el aparato y finiquitamos el asunto. Usted se va por aquí y nosotros, por allá. ¿Le parece?
K entrega la brújula a Don Quijote.
K: — Ya no la necesito. Llegué al territorio de mis sueños y no me di cuenta. Ahora, debo ir al sur.
Sancho: — Si desea podemos acompañarlo, ¿no es cierto, mi señor?
Don Quijote: —Con la condición de que me llame “escritor” y no “personaje”.
Sancho: —Y que cuando diga “¡Ataque!”, usted ataca sin más ni más.
K: —Muy bien, señores, haré lo que piden. Dicen que en el sur hay volcanes activos y unos seres barbados que escriben historias mínimas que me encantaría leer. Ahí puede estar mi padre.

A Juan Armando Epple y Pedro Guillermo Jara
Del libro inédito “K”.

Acerca de la autora:
Lilian Elphick

No hay comentarios.: