viernes, 30 de marzo de 2012

Profetizando – Sergio Gaut vel Harman & Héctor Ranea


En 1937, el arqueólogo uzbeco Garam Masavilov encontró, en el enterratorio de una cueva cercana al Iztaccihuatl, un manuscrito en arameo que databa del siglo IV antes de la era cristiana. La rareza del material hizo que, violando toda ética profesional, Garam lo sustrajera de las autoridades correspondientes y se lo llevara a Islandia, donde continúa estudiándolos aún hoy.
Los islandeses, de hecho, están más que extrañados porque, los pocos que lo recuerdan, aseguran que el uzbeco presenta el mismo aspecto que cuando llegó, en 1942. Y más aún porque, recientemente, el arqueólogo decidió dar a conocer los resultados de sus investigaciones, a sabiendas de que el gobierno de México solicitará su extradición por robo de material arqueológico en concurso ideal.
Lo que ha publicado es terrible, son los signos mayas de la catástrofe global. Las coincidencias, que no son coincidencias, representan la revelación de la trama invisible que ata todas las cosas. Vivimos —escribió Garam— tiempos proféticos y la profecía encontrada en el Popocatepelipsis del manuscrito de Iztaccihuatl, anuncia en el Juanícolo: 17, 123 que el último tren partirá el 21 de diciembre de 2012 rumbo a Aldebarán, créase o reviéntese, súbase o bájese. Las piedras darán frutos y la lechuga repollada será un arma más temible que la bomba de neutrones. Las bailarinas clásicas lucharán en el barro y los fullboxing aprenderán a cortar y coser soleras. Saque sus propias conclusiones y, si la mecánica cuántica ayuda, seremos tantos como posibles decisiones tomemos. El uzbeco agrega que un pedo que se tiren las bailarinas clásicas en el barro llevará a Aldebarán los restos mortales de los viajeros del último tren del 21 del 12 de 2012... A propósito, ¿y si el fin del mundo se produce el 20 del 12 y nos birlan el último polvo o el whisky del final o el mojito postrero?
Por el momento queda la gran duda. Garam, mientras se cumplimentaban los pasos para iniciar la extradición, desapareció rumbo a Groenlandia, donde había descubierto que un volcán, al que llamó Verne, estaba conectado con el Popo. El misterio se cierne sobre nosotros. ¿Será que el pedo de las bailarinas presupone una metáfora para la explosión del volcán de Groenlandia? ¿O será el Popocatepetl quien transportará a los viajeros a salvo de la gran masacre de 2012?
Garam sigue masticando misterio y calla.

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