viernes, 9 de julio de 2010

Fábula perenne - Lilian Elphick


Tigre y Fábola han llegado a la copa del árbol de la sabiduría.
—¿Qué ves?
—Hojas.
—Si quieres, te puedo contar el coloquio de los pájaros.
—No. Esperemos que uno de ellos trine.
—Estamos solos.
—¡¿Hay alguien aquí?!
—Yo.
—Silencio. Creo que oí algo.
—Es el viento.
—No. Son las palabras y las cosas. Han venido a entregarme el poder. ¡Aquí estoy!

Fábola empuja a Tigre y lo bota del árbol. Abajo está la ciénaga, el incontrolable murmullo de los gestos. Poco a poco, Tigre es un tigre cualquiera, enterrado en el barro, tratando desesperadamente de huir.

—Tú nunca has hablado. Todo es apariencia.

El árbol se esfuma. Fábola permanece en el aire, aleteando junto con otros pájaros que han venido a hablar de la vida y de la muerte, del amor y del odio, de la belleza y la fealdad.

El animal ruge, encerrado en su verdadera esencia.

http://grupoheliconia.blogspot.com/2010/11/lilian-elphick.html

2 comentarios:

Bla dijo...

Las aves son traicioneras, son alimañas sin demostrarlo.

Anónimo dijo...

Los animales terrestres tenemos conciencia de nuestra carencia, y en la esperanza de que nos crezcan alas hasta somos capaces escribir ficción