jueves, 6 de mayo de 2010

7 maneras 7 – Héctor Ranea


Hay que matar bien a las arañas. Sé que es cierto. No basta con tirarlas al piso y aplastarlas con el pie, ni con ahogarlas y lanzarlas por el desagote. Hay que matarlas bien. Existen maneras de hacerlo. Yo les daré siete.
–¡Me voy a morir! –suelen gritar quienes en verdad van a morir. Es un hecho. Todos aunque sea tarde, reconocen el momento de su muerte que puede venir en forma de araña. Por eso hay que matarlas bien. Para que no sean los mensajeros de la muerte.
Las siete maneras de matar a una araña no es un mero catálogo de maneras infantiles, es un sistema que permite asegurarse que las arañas no sólo no revivan, cosa que en última instancia no molesta demasiado en tiempos normales, sino que, en caso de arañas en su ciclo verdaderamente letal, puede evitar que se transformen en asesinas.
El Profesor Milljaub traspasaba a quien quería la fórmula egipcia para matar bien a las arañas. Decía haber descifrado un manuscrito egipcio en el que se indicaba cómo hacerlo pero que él, a través de investigaciones muy perfeccionadas, había simplificado a siete. Número significativo pero en nada comparable con los ciento cuarenta y cuatro de los egipcios. Con cierta renuencia, el Profesor dio a conocer la lista de su síntesis de las maneras de matar las arañas, en algunos casos usando tecnología moderna para suplir aquellos pasos en que las antiguas habrían perdido efectividad o posibilidades de implementación.
La lista se presenta a continuación, junto con una breve conclusión a manera de comentario de los mismos y un resumen de algunos casos conocidos.
La primera manera efectiva de matarlas es sorprenderlas. Se sabe de relojes que atraen a las arañas por su olor a moscas. Un modo es que el pájaro que anida ahí, un autómata de hierro fundido con trazas de plata, la devore. Esto debe ocurrir sin que la araña tenga tiempo de escupir su tela que podría amortiguar el golpe seco, imprescindible para la tarea.
Un segundo método para eliminar arañas consiste en quemarlas al fuego generado por la lupa de diamante, con la araña dentro de un vial de cristal de azúcar. Cada molécula en el recipiente debe luego ser incinerada por un láser para evitar que se recombine y genere una araña con modificación del ADN, lo que la haría extremadamente peligrosa.
El tercer método propuesto es el denominado: proceso de la lechuza. Éste consiste en llevar la araña y, con sumo cuidado, proceder a enfrentarla a la lechuza jefa en su madriguera. En este método la araña se blande como arma y el ave, al verse asediada atacará convirtiéndola en una papilla que luego, cuidando que no se pierda nada de saliva de lechuza, debe desintegrarse en vitriolo fumante.
El cuarto es el llamado método del fuego divino. Se pone a la araña dentro de una jaula de bambú plisado, en medio de una tormenta eléctrica. De hecho, debe elegirse bien el punto medio el cual, en muchos casos, sino en todos, está siempre en movimiento. Eventualmente, el golpe de un rayo eliminará completamente sin riesgo posterior araña y jaula. Así desmenuzadas no presentan más riesgos debido a la temperatura del plasma que supera la de la corona solar por mucho.
Existe un procedimiento de la literatura, a saber: en un libro se aplasta a la araña. Para lograrlo, se la lleva mediante cuerdas salidas de sí misma pendiendo como de un péndulo vivo, mientras se leen fragmentos del primer libro de la Divina Commedia de Dante. Una vez aplastada se cocina la papilla en fuego lento hirviéndola en agua regia por dos horas. Esta digestión puede terminarse en estómagos de dragón, que al parecer abundaban en otra época. No habiendo dragones disponibles, aconseja el Profesor Milljaub que se proceda a pasar la araña por una autoclave de altísima temperatura.
Existe la manera en que se ahoga a la araña en mercurio, luego se amalgama con un anillo de oro lo más puro posible y, si es menester, bendecido por varios tipos de sacerdotes. Siguiendo, se arroja el anillo a un cubilote de fundición de hierro gris. Con ese hierro se funde la corona de un rey y a éste se le extrae un cuarto de pinta de sangre en la cual se ahoga el anillo. Con esa sangre, conservada en un matraz aforado, se pasea por jardines y plazas volcándole unas gotas en los ojos arácnidos. En las retortas de la casa se verá, por un instante, una imagen evanescente de esa. Si las patas imaginadas están cruzadas, se ha conseguido éxito.
Este último método es asaz complicado, pero no sólo es el más efectivo sino que permite controlar que se procedió correctamente mediante la aparición y procesamiento de la imagen de la araña.
El último procedimiento es secreto. Se sabe que ciertos atanores, en algunos jardines malditos, contienen algo que podría detener a las arañas, pero se teme por la invasión de moscas concomitante de aplicarlo.
Estos métodos son algo difícil de implementar por personas impresionables o con pocos conocimientos de química o poca destreza de manejo de sustancias peligrosas como los plasmas atmosféricos o el mercurio a alta temperatura, por lo que es necesario que se exija al exterminador un carné de aplicabilidad.
En cierta página de Internet existe un vínculo a anécdotas. De ahí saqué el nombre de un tal Woldemar Mandriguetti. Este es reputado como uno de los matadores de arañas más exitosos del mundo. Tiene registros que le dan fama universal, ya que ha sido uno de los que elimina por el método del mercurio arañas de la familia Patu digua, volcándole en los ojos el veneno y usa el método de la lechuza con varios tipos de tarántulas y arañas pollito del tamaño de platos de cena de embajada. Mandriguetti, se sospecha, es un escudo para el verdadero apellido del héroe, que no sería otro que el famoso alquimista del siglo XX,
–¡Ay! ¡Mamita querida! ¡Una araña! ¿Por dónde entró?

2 comentarios:

Mayra dijo...

Después de haberla matado con una pisotada de pie derecho, la coloqué en el soporte rotatorio y le disparé con el Nd:YAG a 10Hz y 100 mJ/pulso. El espectro indica abundante cantidad de Mg, Fe, Mn y un poco de arroz negro. Desde entonces no hemos visto más ese bicho feo y arrogante. Le aconsejaria Ranea que incluya el método LIBS como una 8va manera de matar arácnidos exitosamente!!!

Gracias por vuestro relato!

Ogui dijo...

Lo haré próximamente. Es un método interesante pero tengo que hacer una comprobación severa ante el Propaganda Aracnidae, el Concilius Aracnoidei Totalitorum y otras agencias dedicadas a la destrucción de arañas. El punto que no me queda claro es que dicho modo de hacerla fenecer excita el espectro del octópodo, lo que significa que anda suelto... no sé... hay que evaluar. Es interesante, sin embargo... veremos... Pero por supuesto: ¡gracias!