domingo, 11 de octubre de 2009

Generaciones - Javier López


En casa hay problemas por falta de entendimiento. Mis hijos y yo somos de generaciones diferentes. Quizás, para que se entienda bien, he de explicar el origen de cada uno de nosotros.
A mí me generaron por arte de magia. Mi padre era ilusionista, y echó a mi madre unos polvos mágicos, de los cuáles nací. Eso me contaron.
Nuestro hijo fue generado digitalmente. Por eso, desde pequeño, ha vivido aislado entre videoconsolas, pecés y teléfonos móviles. Tantos elementos de comunicación, y sin embargo con la familia no habla nunca.
Y mi hija nació por generación espontánea. Al menos eso dice mi mujer, pues ella no estaba embarazada cuando fui a Ruanda en misión humanitaria, para alimentar a unos chiquillos famélicos con viejos conejos sacados de la chistera de mi padre. Y cuando volví me encontré con el regalo metido en una cuna.
La comunicación en casa es mala. Porque, para colmo, mi mujer es coreana, y todavía no ha aprendido a decir ni una palabra en nuestra lengua. Más bien, yo diría que no la aprenderá nunca. Afortunadamente es pequeña y no ocupa mucho espacio. Pero por lo demás, todo son inconvenientes. Es incapaz de mediar en el conflicto entre nuestros hijos y yo.
Hoy nuestra falta de entendimiento parece haber llegado a un punto sin retorno. Estábamos en la mesa y le pedí a mi hijo que me acercara la sal:
—01000100 —respondió binariamente, haciendo caso omiso y sin mirarme a la cara.
—Mitosis, meiosis, gónadas —intervino mi hija, tan espontánea como siempre.
—Ming —apostilló mi mujer, sin que yo entendiera nada.
—Abracadabra —sentencié, y salí dando un portazo del comedor.
Ya no tengo dudas. En casa existe un grave problema generacional. Mi familia y yo jamás podremos entendernos.

2 comentarios:

Jose Jaime dijo...

me ha gustado mucho
la dificultad de enteder a cada generación, es un escalon, o una torre, depende del caso
el texo me ha hecho sonreir, también
¡Bravo!

un saludo

Florieclipse dijo...

Divertido e inteligente, como todo lo que sale del teclado de Javi. Me encantó.