miércoles, 11 de febrero de 2009

En el Queen's Park - Bruce Holland Rogers


En el Queen's Park, Charles cree que puede establecer la diferencia entre madres y au pairs* por las diminutas arruguitas que hay alrededor de los ojos de las madres. La diferencia no se limita sólo a notar que las au pairs mismas apenas acaban de salir de la niñez. Algunas de las madres que conducen por el parque cochecitos de bebé o sillitas de niño son jóvenes también, pero las madres, según cree él, están marcadas. Charles lo sabría aunque no pudiera ver las arruguitas. Creció en otro país, por lo que le sonríe a los extraños. Dice “hola”. Las au pairs, a veces, le devuelven la sonrisa; las mamás, nunca. Alguien podría decir: “Bueno, una au pair también es, por lo común, una extranjera. No creció entre el histórico hollín y las piedras”. Bueno, alguien podría decir eso, porque no entendió nada. 
Charles encontró un osito de peluche sobre el pavimento.
—¡Señora! —le gritó a la mujer que guiaba a su hijo bajo la sombra de los plátanos. —¿Es esto... se le cayó esto? —La mujer se volvió, la mirada oblicua por la desconfianza, hasta que vio el juguete. Charles agregó—: ¡Alguien va a extrañar esto! —La mujer le agradeció, aun cuando no dejó de entrecerrar los ojos un poco, como si ella y Charles hubieran estado al sol. Después dio media vuelta y se alejó, totalmente concentrada en empujar la sillita del hijo.
Charles vio los carteles en las vidrieras o pegados en la parte de atrás de camiones: la niñita rubia, dónde y cuándo se la había visto por última vez. Las señales de este año. Hubo otras diferentes el año pasado y el año anterior a ese. 
Mujeres con niños en los senderos circulares se detienen de vez en cuando para mirar por sobre el hombro. Cuando Charles camina por el parque, un hombre solo, siente las miradas escrutadoras, las siente recordando el color de la camisa que llevaba, el modo en que se recorta la barba... cualquier cosa sobre él, por las dudas.

Nota: Las au pairs son jóvenes estudiantes extranjeras que residen en la casa de un anfitrión para estudiar, por lo general, la cultura y el idioma del país que la acoge. Reciben alojamiento, comida y un sueldo por las horas que trabajan, haciendo tareas típicas como cuidar los hijos de esa familia o a los animales; a cambio se le respetan estrictamente las horas de estudio. No es igual a una baby sitter, aunque tienen puntos de contacto en la actividad. El término carece de traducción en español. N. del T.

Título original: In Queen's Park
Traducción del inglés: Daniel Yagolkowski

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