viernes, 28 de noviembre de 2008

La sombra - Martín Cagliani


Son extrañas las sombras, ¿no? Cuando uno las ve durante el día no les presta demasiada atención. Ni siquiera a la de uno mismo. Pero de noche es otra cosa. Adquieren matices que por lo general inspiran miedo; nos da escozor en la piel cuando vemos una que cambia rápidamente en un ambiente con poca luz.
La cuadra de mi casa está muy poco iluminada por las noches. Me pasó, hace un tiempo ya, que al salir de mi casa vi una sombra que se movía rápido bajo mis pies. Enseguida pensé en un gato y ya lo iba a patear, pero vi que era sólo una sombra, y que no era la mía. Se movía mucho y yo estaba quieto. La piel se me erizó por completo, pero cuando enfoqué la atención, pude ver que no era otra que mi sombra, creada por el alto y poco efectivo farol de la calle. Me reí del miedo que sentí, y seguí mi camino.
Pero esto no termino ahí. La Sombra volvió a aparecer. Creo, no recuerdo bien, que pasaron varios días hasta que volví a tener una experiencia similar.
Esta vez la vi cuando venía cruzando por una plaza; volvía de una fiesta. Fue un instante. Durante unos segundos, vi en los límites de mi campo visual que una sombra se escurría por debajo mío. Me dio un gran susto, miré enseguida hacia abajo pero sólo vi mi sombra que permanecía quieta.
Como la primera vez, en esta ocasión no le presté demasiada atención al episodio. Recién la tercera vez que la Sombra movediza hizo su aparición recordé las otras dos situaciones y las relacioné.
Es que esta tercera vez, la Sombra se mostró ante mí durante el día. Fue durante la hora del almuerzo en el trabajo. Cuando iba caminando por la peatonal, más que ver, sentí una sombra moviéndose bajo mis pies. Cuando miré, esta vez la sorprendí en movimiento. Era una sombra y no era la mía. Miré hacia arriba, y en todas las direcciones buscando algo que la causara, una bandera, algo. Pero no había nada. Caminé y seguía moviéndose debajo mío. Era una sombra sin forma definida. Mi miedo inicial ahora se había transformado en curiosidad científica.
Caminé en todas direcciones, salté, corrí y la Sombra seguía ahí, moviéndose como siempre. Al notar que la gente me estaba observando, decidí no llamar la atención y seguí caminando. Mi mirada estaba clavada en el suelo, siguiendo los movimientos de la Sombra. Ahí fue que el miedo volvió, y mi piel se erizó. El terror se apoderó de mí al darme cuenta de que mi propia sombra había desaparecido.
Esta Sombra movediza me había quitado a mi sombra, desplazándola. Miré a los pies de todas las personas que caminaban por Lavalle y nadie tenía una sombra movediza. Es más, nadie se fijaba en la que estaba debajo de mí. Pero bueno, es normal que la gente no preste atención a nada. Me distraje un momento, dejando el miedo de lado, y al volver a mirar hacia abajo la Sombra ya no estaba. Pero mi terror llegó a su máximo cuando me percaté de que no sólo faltaba la Sombra movediza, tampoco estaba mi propia sombra.
Otra vez miré para todos lados, buscando alguna causa. El sol en lo alto, era pleno mediodía y el cielo totalmente azul; y las demás personas todas tenían sus sombras. Al único al que le faltaba era a mí. La Sombra movediza me la había robado. Lo había intentado dos veces y por alguna razón no había podido, pero en esta ocasión logró llevársela.
Es el día de hoy que sigo sin mi sombra. La busqué por todos lados, pero jamás volví a ver a la Sombra movediza. Leí mucha información sobre el tema, y encontré varias leyendas. En todas dicen que cuando alguien pierde su sombra es porque el demonio (quien sea en cada religión y mitología) le robó el alma. Temo que esto sea cierto. Un hombre no puede andar por ahí sin sombra, sin alma. Voy a averiguar que pasó, y la única forma que me queda para hacerlo es quitándome la vida.
Por eso dejo estas notas, explicando la causa del abandono de mi cuerpo, que ya no tiene mucho sentido conservar si no tengo alma. Espero poder hacerles saber por algún medio qué pasó con mi sombra.

1 comentario:

Unknown dijo...

Interesante.
Me gusto la frase: "es normal que la gente no preste atención a nada".
Saludos